Pero todo esto radica en la creación de leyes que nos rigen, nosotros peleamos cuando nos sentimos agredidos o amenazados, pero en cambio no hacemos nada si otros son los que se sintiesen así, y no siendo suficiente con este problemas de que no tenemos sentido de hermandad, nuestros dirigentes solo hacen experimentos, y aprueban leyes para casos específicos que les puedan beneficiar, pero no para todo el país, como un bien común. Por eso el autor nos hace la invitación a sentirnos patriotas, a sentir esa hermandad a flor de piel, y a no tragar entero, a preguntar, a tener el conocimiento de lo que nuestros dirigentes hacen con nosotros y por que lo hacen, a tener voz y voto, a tener conciencia de que para hacer que las cosas cambien no solo se necesita a un Thomas Jefferson, sino 1000.
domingo, 17 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario